Hablar de la Corporación Luis Eduardo Nieto Arteta (CLENA) es hablar de la memoria viva del Caribe colombiano.

Desde su fundación en 1994, la entidad ha sido garante del cuidado, uso y proyección del edificio patrimonial de La Aduana, hoy sede de un ambicioso proyecto que ha marcado a varias generaciones y que nació con el propósito de entregarle a la región un espacio para la educación, el arte, la historia y la ciencia, gracias a una alianza entre tres importantes entidades.

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“La corporación atraviesa por un muy buen momento, gracias al apoyo y respaldo de nuestros miembros corporados: la Gobernación del Atlántico, la Cámara de Comercio de Barranquilla y la Fundación Santo Domingo. Son nuestros tres principales sponsors, y gracias a ellos hemos podido no solo mantener los servicios culturales, sino adelantar obras de intervención en el complejo arquitectónico de La Aduana”, explicó a Zona Cero Juan Pablo Mestre, subdirector ejecutivo de la CLENA.

Según Mestre, uno de los mayores logros y legados de la CLENA ha sido precisamente la preservación constante del edificio de La Aduana, una joya arquitectónica en el centro histórico de Barranquilla. Para lograrlo, cuentan con una Dirección de Conservación y Preservación liderada por expertos en patrimonio e ingeniería.

 “Este equipo propio realiza tareas de mantenimiento, reparaciones locativas y preservación cotidiana. Para intervenciones mayores, contratamos personal calificado según lo exige el Ministerio de Cultura”, indicó el subdirector, añadiendo que actualmente, la CLENA finaliza una intervención sin precedentes al complejo, “que no se había visto desde su restauración inicial hace 30 años”.

“En los imaginarios colectivos de la ciudad, siempre cuando miran el edificio de la Aduana, lo han visto como un edificio que se mantiene o se preserva en buenas condiciones. Esto es gracias al trabajo que realizamos desde la corporación”, afirmó.

Una casa para los patrimonios del Caribe

Ese propósito de conservación no solo se ha cumplido, sino que se ha expandido. Hoy, la CLENA además de administrar el emblemático edificio de La Aduana, declarado Monumento Nacional Histórico y Arquitectónico, lidera espacios como la Biblioteca Piloto del Caribe (BPC), la Biblioteca Infantil Piloto del Caribe (BIPC), el Archivo Histórico del Atlántico (AHA), el Centro de Interpretación del Caribe (CIMO), la Galería de la Aduana y el Auditorio Mario Santo Domingo.

“Nuestro lema actual es ‘Patrimonios que inspiran y cultura que nos une’, porque trabajamos en varios frentes: el bibliográfico, el documental, el académico, el artístico y el formativo”, sostuvo Mestre.

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La Biblioteca Piloto del Caribe, de acuerdo con Mestre, no es solo un espacio de lectura, es un centro de formación ciudadana que ofrece talleres para adultos mayores, mujeres, niños y jóvenes. “Aquí también tenemos una sala de Internet, actividades teatrales y musicales para los más pequeños, y lectura dirigida… Este ya no es ese lugar en silencio donde no se puede tocar nada. Hoy es un espacio de coworking y de encuentro”, señaló

En paralelo, el Archivo Histórico del Atlántico articula la investigación y el pensamiento histórico en alianza con universidades locales, en especial la Universidad del Atlántico.

“Desde allí fomentamos nuevas investigaciones y contenidos culturales que nacen del trabajo académico de nuestros jóvenes quienes están usando este espacio como un laboratorio vivo de historia”, contó el subdirector.

Además, la Galería de La Aduana es una vitrina abierta para artistas consolidados y emergentes, mientras que el auditorio Mario Santo Domingo es el escenario de conferencias, conciertos, proyecciones y eventos formativos.

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A estos espacios se suma el CIMO, un museo que narra el pasado, el presente y el futuro del Caribe de manera didáctica, ideal para acercar a nuevos públicos. “En este lugar vamos contando de una manera un poco más amena, mucho más práctica, mucho más interactiva, la historia de nuestra ciudad y del departamento”, expresó.

Gestión, sostenibilidad y gratuidad: una fórmula exitosa

La CLENA es una muestra exitosa de gestión público-privada en el ámbito cultural. Se sostiene financieramente a través de dos vías: el respaldo de sus miembros corporados y la autogestión de recursos por medio del alquiler de espacios dentro del complejo arquitectónico, como el auditorio o la plaza.

“Para el tema de la gestión de recursos contamos con un respaldo principal de parte de la Cámara de Comercio de Barranquilla a través de la Biblioteca Piloto del Caribe y de la gestión de un convenio de operación con la Gobernación del Atlántico para el tema del archivo histórico. Eso garantiza inicialmente una parte de los recursos”, explicó Mestre.

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“Por todo lo anterior, llevamos 32 años de operaciones, algo que en el sector cultural suele ser casi una proeza y gracias a nuestros sponsors principales, hemos logrado mantener el equilibrio para seguir siendo un modelo nacional”, aseguró.

Cabe mencionar que un componente clave es que toda la oferta cultural, educativa y formativa que brinda CLENA es gratuita para la ciudadanía, con excepción del museo. Este acceso libre ha sido una bandera sostenida durante tres décadas.

“La gratuidad es algo que nuestra Junta ha defendido siempre. La cultura no es un privilegio, es un derecho por eso toda nuestra oferta cultural es gratuita. Salvo el museo, pero, todos los servicios, talleres, eventos y consultas son de libre acceso”, subrayó el subdirector.

La juventud, protagonista de la transformación cultural

Uno de los grandes esfuerzos de la CLENA está en atraer a las nuevas generaciones.

“La cultura ya no puede ser contemplativa, tiene que ser participativa”, dice Mestre. “Nos hemos acercado a los jóvenes con propuestas disruptivas como fogatas literarias, noches en el museo, talleres creativos y los espacios de coworking. Queremos que ellos sientan que la Aduana también les pertenece”.

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Gracias a esa apuesta, los sábados, jóvenes llenan la biblioteca para estudiar, conectarse, leer y hacer comunidad. “La apropiación social del complejo ha sido liderada por los propios jóvenes. Ellos están entendiendo que aquí hay un espacio que los acoge y los representa”.

El legado de Nieto Arteta

El nombre de la corporación no es casual, rinde homenaje a uno de los más grandes pensadores del siglo XX en Colombia, el barranquillero Luis Eduardo Nieto Arteta.

“Mantener vivo su legado y difundir su memoria es una materia pendiente en la academia del Caribe”, afirmó Mestre.

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Esa tarea la vienen cumpliendo a través de espacios como la Cátedra Luis Eduardo Nieto Arteta, desarrollada con apoyo de la Universidad del Norte, y un nuevo proyecto que permitirá digitalizar más de mil documentos personales del filósofo.

“Gracias al portafolio de estímulos del Ministerio de las Culturas, este año esos documentos estarán disponibles en nuestras plataformas para consulta libre de investigadores y ciudadanos”, adelantó el subdirector.

Mirando al futuro: continuidad, expansión y más cultura

La visión a futuro de CLENA es clara: continuar y fortalecer su labor como epicentro cultural del Caribe.

“Queremos que más instituciones se unan, que más públicos se apropien de estos espacios. Nuestro objetivo es seguir siendo ese centro donde la ciudadanía se reconoce, se expresa y crece a través del arte, la historia y el conocimiento”, dijo Juan Pablo Mestre.

“También queremos seguir garantizando servicios gratuitos y de calidad, y que la ciudad se siga sintiendo respaldada por este proyecto… La ciudad necesita este tipo de espacios”, concluyó el subdirector.

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